Madrugada ardiente,palpitante. Voces que repiquetean en el alma, sucesos que no han pasado pero ya tienen un final, sentimientos no correspondidos que aflorarán con los primeros rayos de luz en un amanecer mortal, muerte de emociones y esperanzas. El sol es la vida y la muerte, el que pone a funcionar la ciudad comatosa, el que junta y separa a los miles de extraños que comparten un mismo suelo en eterna soledad individual. Seamos escépticos a la hora de hablar de nosotros, y no esperemos nada de otros que no podamos dar. El eterno debate entre el quiero pero no puedo, el mísero y melancólico destino de la humanidad. Subimos a la gloria cuando tenemos a alguien en el anzuelo que lanzamos para atrapar al que nos pescó, bajemos al infierno cuando el cazado no sea un cazador.
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